Cómo hacer café frío en casa: destaca lo mejor de sus notas

Hay días en los que lo único que se antoja es un café bien frío, suavecito y con sabor de verdad. Nos referimos a un café frío de esos que te refrescan el cuerpo y te alegran el día. Lo mejor de todo es que saber cómo hacer café frío en casa es más fácil de lo que parece, y si usas un buen grano, el resultado puede sorprenderte.

En este artículo te vamos a mostrar cómo hacer café frío mejor conocido como Cold Brew paso a paso, y con ese toque especial del mezquite lo lleva a otro nivel. ¡Que el calor no te quite las ganas de un buen café, sino todo lo contrario!

¿Qué es el café frío y por qué es tan refrescante?

Este tipo de café se ha ganado su lugar entre los favoritos, sobre todo cuando el calor aprieta. Y no es solo por lo bien que cae una bebida fría, sino porque esta preparación tiene sus propios beneficios que lo hacen aún más atractivo.

Aprender cómo hacer café frío correctamente te abre la puerta a una bebida más suave, menos ácida y cargada de sabor.

 

Diferencias entre café frío y café helado

Primero lo primero: no es lo mismo un café frío que uno helado. Aunque a simple vista parezcan similares, su preparación y sabor final son muy distintos. El primero, se elabora dejando reposar el café molido en agua fría durante varias horas —entre 12 y 24, idealmente—. Esto da como resultado una bebida suave, con cuerpo y menos acidez. En cambio, el café helado parte de una infusión caliente que luego se enfría rápidamente con hielo, lo que puede diluirlo y acentuar su amargor.

Aprender cómo hacer café frío correctamente te permite apreciar la diferencia en cada detalle: el sabor es más redondo, naturalmente dulce y sin esa acidez punzante que a veces acompaña al café tradicional. Además, este café tiene una textura más sedosa y una intensidad aromática. Por lo tanto, lo convierte en una opción ideal para disfrutar en climas cálidos o como base para recetas más elaboradas.

Sus beneficios

El café frío ofrece ventajas únicas que lo hacen destacar sobre su versión caliente:

  • Mayor concentración de cafeína: gracias a su proceso de extracción prolongado, suele contener más cafeína. Por ello, proporciona un impulso de energía más estable y duradero.

  • Sabor naturalmente dulce: la infusión en frío reduce la extracción de compuestos amargos. Esto resalta los matices del café y lo hace más dulce de manera natural, sin necesidad de agregar azúcar.

  • Versatilidad y practicidad: se puede preparar en grandes cantidades y conservar en el refrigerador hasta por cinco días. Esto permite tener café listo para disfrutar sin esfuerzo.

  • Hidratación extra: en temporadas de calor, es una excelente alternativa para mantenerse hidratado, especialmente cuando se combina con hielo o leche.

Gracias a sus múltiples beneficios, es importante saber cómo hacer café frío para disfrutar de una bebida refrescante, menos ácida y llena de antioxidantes.

 

Cómo hacer café frío: métodos de preparación

Este café se ha convertido en una de las opciones favoritas para quienes buscan una bebida refrescante y llena de sabor. Gracias a su proceso de extracción en frío, ofrece una textura más suave y menos acidez. Aunque la forma más común de prepararlo es con una infusión prolongada, existen otros métodos que permiten experimentar con diferentes perfiles de sabor. Técnicas como la prensa francesa, el goteo lento e incluso el Chemex se usan para obtener un café con matices únicos. 

 

Cómo hacer café frío en casa paso a paso

Prepáralo de forma sencilla. Solo necesitas buen café, un poco de paciencia y seguir estos pasos. 

 

Tiempos de infusión y consejos para principiantes

¿Primera vez con esta técnica? Aquí te contamos cómo hacer café sin complicaciones:

Ingredientes:

  • 100 g de café molido grueso (sí, grueso como sal gruesa).

  • 1 litro de agua fría.

  • Hielo (opcional).

  • Leche o edulcorante al gusto (opcional).

Paso a paso:

  1. En un recipiente grande, mezcla el café molido con el agua fría.

  2. Tapa y lleva al refrigerador.

  3. Deja que repose por al menos 12 horas.

  4. Filtra la mezcla con un colador fino o una tela.

  5. Sírvelo como más te guste: solo, con hielo, leche vegetal o un toque dulce.

  • Tip HUUPA: si te sobra, guárdalo en la heladera hasta por 5 días. El café frío en cantidad te salva toda la semana.

 

Con tueste de mezquite: sabores que sorprenden

¿Quieres saber cómo hacer café frío con más sabor? Aquí entra en juego el tueste artesanal.

 

¿Cómo el tueste artesanal potencia las notas de este café?

Cuando usas granos con tueste artesanal —como los de HUUPA— hechos con leña de mezquite, todo cambia. Este tipo de tueste le da al café notas ahumadas, dulzonas y profundas que se sienten más cuando lo preparas en frío. Es como si su helaje dejara hablar al grano con toda claridad.

La infusión en frío saca a relucir esas notas únicas del mezquite, sin que se pierdan en el calor. Y eso hace que tu café no solo refresque, sino que también te cuente una historia en cada sorbo.

Recetas creativas para disfrutarlo en verano

Una vez que sepas cómo hacer café frío, se abre un mundo de posibilidades para jugar con sabores y texturas. Esta bebida es tan versátil que puedes adaptarla a tu gusto o sorprender con combinaciones frescas y originales. Por ejemplo:

  • Café frío + naranja + hielo. La acidez suave del café frío se equilibra con el dulzor cítrico de la naranja. Es una mezcla vibrante, ideal para tardes calurosas en las que quieres algo distinto, pero igual de energizante.

  • Café frío con leche de almendras + canela. Una opción cremosa y reconfortante, con ese toque especiado que hace que cada sorbo se sienta como un abrazo. Perfecta si buscas algo más suave, pero con carácter.

  • Mitad café frío, mitad agua tónica. A esto agrégale una rodaja de limón y tienes un cóctel sin alcohol, elegante y refrescante, que puedes servir en cualquier reunión como una opción diferente y sofisticada.

 

Así que ¿estás listo para prepararte un café frío que valga la pena?
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